Corrían los últimos años de la década del 60 y los cines Lorraine, Arte y la sala Lugones del Teatro San Martín se especializaban en cine de revisión. Era habitual disfrutar en esas salas de ciclos de grandes directores. Luego el Lorraine se transformó en sala de estreno y cambió su nombre por Lorena. Sus propietarios también adquirieron otras dos salas, el Loire y el Losuar. Se denominaban “Roadshow de Arte”.
El Nuevo Ritz era la única sala no céntrica en programar films independientes y de arte. Y hacia un tiempo que buscaba una denominación para agregar al nombre del cine.
Un día recordé haber leído en libros un movimiento llamado “Film d’art”, una corriente cinematográfica creada en 1907 por un grupo de actores franceses con la idea de filmar un cine histórico y literario. Y para ello utilizaron un selecto grupo de actores, directores y escenógrafos de teatro. Siguiendo el ejemplo francés, en el año 1909 se constituye en Italia el “Film d’arte italiana”. Consideré que identificaba muy bien el perfil de la programación del Nuevo Ritz y fue así como “Films d’Art” quedó incorporado definitivamente a su logo.
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